Todos son inherentemente diferentes. Si probaras las relaciones y no funcionaran, te preguntarías: ¿algunas personas están destinadas a estar solas?
A veces te encuentras reflexionando, quizás después de una ruptura o un período prolongado de soledad, y te preguntas, «¿Estoy destinada a estar sola?» o «¿Estoy destinado a estar solo?» Esta idea puede surgir cuando observas a quienes, a pesar de sus esfuerzos, parecen tener una serie de relaciones fallidas o simplemente prefieren la soledad.
Desde el sofá de casa, viendo esos programas de supervivencia en los que alguien opta por vivir aislado, puedes llegar a admirar esa independencia o, por el contrario, preguntarte si algún día podrías sentirte identificado con esa elección de vida. Cuando los conflictos personales se acumulan, la idea de «hay personas destinadas a estar solas» puede resonar más fuerte en tu interior.
Algunas personas están destinadas a estar solas: 13 características reveladoras
En tu círculo social, seguro conoces a alguien que, tras varios matrimonios o relaciones fallidas, te hace cuestionarte si hay personas que simplemente funcionan mejor en soledad. Te preguntas si aprenderán algún día a convivir armoniosamente con otros o si, en cambio, hay algo en su naturaleza que los inclina a estar mejor solos.
Las relaciones, sin duda, requieren esfuerzo y dedicación, pero también deben aportar felicidad y crecimiento mutuo. Si te identificas con el perfil de quien lucha por encontrar un equilibrio en las relaciones, quizás te hayas preguntado: «¿Estoy destinado a estar solo?» Pero, ¿cómo saberlo realmente?
Si eres la persona de la que hablo, la que parece no poder encontrar un medio feliz, o incluso una relación feliz, entonces supongo que sí, hay algunas personas que están destinadas a estar solas. ¿Cómo sabes si eres una de ellas?
#1 Crees que es mejor tener razón que ser feliz. La creencia de que ganar una discusión es más importante que mantener la paz puede ser un indicador de que «estoy destinada a estar sola» o «estoy destinado a estar solo». En ocasiones, es más sabio dejar de lado la necesidad de tener la última palabra y buscar la armonía.
Si priorizas estar en lo correcto por encima de la felicidad conjunta, probablemente estés invirtiendo energía en una batalla que no merece ser luchada. Si no puedes ceder en esto, quizás te sea más cómodo estar sin pareja.
#2 Crees que no hay rendición en una batalla. Aquellos que ven cada desacuerdo como una guerra a ganar, tienden a llevar relaciones tumultuosas. Si para ti todo es justo en el amor y la guerra, es probable que acabes luchando constantemente. Eventualmente, tu pareja se agotará de los conflictos y puede que te encuentres mejor en soledad.
Adoptar una postura combativa de manera constante es seguramente un camino directo a terminar solo.
#3 Te gustan las cosas de cierta manera, punto. Si bien todos tenemos nuestras particularidades, la inflexibilidad puede ser un problema en una relación. Si no puedes adaptarte a las maneras de tu pareja de vez en cuando, tal vez seas parte del grupo que piensa «hay personas destinadas a estar solas».
Si tu pareja llega cansada y no hace las cosas exactamente como te gustan, aprender a decir «qué más da» puede salvar una relación. Si no puedes hacerlo, es posible que te sientas más a gusto en solitario.
#4 Lo que es tuyo es nuestro, lo que es mío es mío. El egoísmo en una relación es una señal clara de que tal vez estés mejor solo. Si no puedes compartir tus cosas, tiempo o emociones, es posible que estés más cómodo llevando una vida independiente.
El compromiso implica poner a un lado tus intereses personales por el bien de la relación. Si no estás dispuesto a hacerlo, es probable que te identifiques con la idea de que «estoy destinado a estar solo».
#5 No estás dispuesto a comprometerte, nunca. El compromiso es esencial para cualquier relación saludable. Si te niegas a ceder o a encontrar un punto medio, acabarás alejándote de cualquier posibilidad de relación duradera, reforzando la idea de que quizás «estoy destinada a estar sola».
#6 Nadie te controlará. Si tienes la percepción de que ceder ante tu pareja es sinónimo de ser controlado, entonces puede que prefieras la soltería. Es importante distinguir entre control y cuidado mutuo en una relación. Si no puedes hacerlo, la vida en solitario podría ser más adecuada para ti.
Cuando alguien se preocupa por ti y tu bienestar, hace sugerencias sobre cómo deberías vivir tu vida, dónde deberías estar, o requiere que te unas al esfuerzo del equipo. Si eso es igual a control, entonces no dejes que alguien te controle. Pero, eso anula una relación exitosa.
#7 Te gusta mucho más tu tiempo «solo» que tener cualquier tiempo «juntos». Si valoras tu independencia hasta el punto de preferir siempre la soledad, es posible que te sientas identificado con la idea de que «estoy destinado a estar solo». Aunque es importante tener un tiempo personal, el exceso puede ser indicativo de que la vida en pareja no es para ti.
Todos disfrutamos de algún tiempo a solas *al menos deberías para tener un sentido saludable de ti mismo*. Pero, si disfrutas de estar solo mucho más que de estar al lado de alguien, entonces es el momento de llamarlo y darte cuenta de que está bien si estás destinado a estar solo.
#8 No necesitas a nadie y pruébalo. Mientras que la independencia es una virtud, llevarla al extremo y demostrar constantemente que no necesitas a nadie puede alejar a posibles parejas. Aprender a aceptar ayuda y apoyo es crucial para una relación sana. Si esto te resulta imposible, quizás la soltería sea tu estado natural.
No hay un «yo» en el equipo, así que deja que alguien te ayude de vez en cuando aunque no te guste para una relación exitosa. O, permanece soltero. ¡Está bien y es tu elección!
#9 Los problemas de otras personas te irritan. La indiferencia hacia los problemas de tu pareja es una señal de que estar solo podría ser lo tuyo. Parte de estar en una relación implica compartir, apoyar y ser un soporte emocional para el otro. Si prefieres no involucrarte, tal vez la soltería sea más adecuada para ti.
#10 Usted está controlando. Si tiendes a querer controlarlo todo, tanto en tu vida como en la de tu pareja, te será difícil mantener una relación equilibrada y feliz. Eventualmente, tu pareja deseará tener voz y voto, y si no estás dispuesto a ceder, es probable que termines solo.
#11 Eres un solitario, siempre lo has sido, siempre lo serás. Si creciste disfrutando de la soledad y tus referentes también la valoraban, puede ser complicado cambiar esa dinámica. Los solitarios no necesitan a nadie, pero en una relación, es importante sentir la necesidad mutua para que ambos se sientan comprometidos y parte de algo mayor.
#13 No te gusta el caos o la compañía. Si prefieres un entorno controlado y predecible, una relación puede resultar desafiante. La vida en pareja implica adaptarse a los horarios y necesidades del otro. Si la más mínima alteración en tu rutina te resulta intolerable, estar solo podría ser lo más confortable para ti.
Aunque los humanos son criaturas sociales por naturaleza para la supervivencia, eso no significa que todos estemos destinados a emparejarnos para la vida, o en absoluto. Algunos de nosotros estamos destinados a estar solos, y eso está bien.
¿Se supone que algunas personas están destinadas a estar solas? Sí, definitivamente hay algunas personas destinadas a estar solas. Si ese eres tú, deja de pensar que es algo malo y acéptalo.
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