En general, la amabilidad implica pensar no sólo en uno mismo y considerar a los demás. Y saber cómo ser amable con la gente es el principio de la Humanidad.
¿Conoces el viejo Thumper (de Bambi ) diciendo, «Si no puedes decir algo bonito, no digas nada en absoluto»? No todo el mundo vive según ese código. Aprender a ser amable con la gente no se resume en una sola cosa. Es una combinación de cómo tratas a los que te rodean y la preocupación que tienes por otras personas.
La empatía es tu habilidad para ponerte en el lugar de otra persona y sentir lo que ella siente. Es la piedra angular de tu capacidad de ser amable. Si no puedes entender de dónde viene alguien, ¿cómo se supone que sabes lo que necesita y qué es una respuesta o acción agradable?
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Aprender a ser amable con la gente es reconocer lo que necesitan, cómo puedes ayudar, y qué les hace funcionar. Un equilibrio entre decir y hacer lo correcto y evitar hacer lo incorrecto. A veces no es tan fácil como debería ser.
En general, si te guías por reglas específicas sobre cómo manejar a los que están en tu vida, encuentras un plan general para ser agradable. Pero, recuerda, hay momentos en los que puedes ser lo más agradable posible, y no le gustarás a todo el mundo. Así que no evalúes lo agradable que eres por el hecho de que le gustes a todo el mundo. Ser querido y ser amable son dos cosas distintas.
#1 Sé considerado. Ser considerado descubre lo que la gente necesita y encuentra una manera de ayudar. Eso significa que no siempre te pones a ti mismo, tus deseos o tus necesidades por delante de los demás. Hay momentos en los que debes poner la autopreservación en primer lugar, pero siempre considerarte a ti mismo como una prioridad no es el camino para ser amable.
#2 Piensa en los demás. A menudo, caminamos a través de nuestros días sin pensar en lo que hacemos o en lo que nos rodea. Tómese el tiempo para considerar a los que están en su vida diariamente. Haz las pequeñas cosas como recoger la barra de caramelo favorita de tu esposa en la tienda, envía a tu asistente una tarjeta de agradecimiento, sólo porque sí, o llama a un viejo amigo sólo para «registrarte» de vez en cuando.
#3 Pague si se adelanta. ¿Has visto alguna vez a un anciano *o a alguien* luchando con sus compras en la tienda? Ser amable es hacer las cosas de forma altruista. No porque esperes algo a cambio, sino simplemente porque te hace sentir bien hacerles sentir bien.
Fuimos puestos en la tierra para ayudarnos unos a otros, pero con demasiada frecuencia, no lo hacemos. Tómese el tiempo para ayudar a los demás cuando vea que necesitan una mano amiga. Eso no sólo hace del mundo un lugar mejor, sino que también aumenta su factor positivo.
#4 Sea considerado. ¿Alguna vez has ido al refrigerador para encontrar que alguien vació la leche y la puso de nuevo. ¿O ha ido al baño para mirar abajo y descubrir que quien haya usado el último papel higiénico, no lo ha rellenado?
Un componente clave de la amabilidad significa ir más allá y no ser egocéntrico. Fíjate en lo que estás haciendo para que no hagas que la próxima persona fracase o que algo horrible se le venga encima.
#5 No seas egoísta. Si ves que sólo queda una cosa, no te lleves la última. Eso es cierto para todo en la vida. Reconoce a las otras personas que te rodean y que el objetivo en la vida no es coger todo lo que puedas, especialmente en detrimento de alguien más.
El egoísmo es cuando sólo eres capaz de ver y preocuparte o preocuparte por una persona: tú mismo. Deja de pensar que debes tenerlo todo para ser feliz. Ser amable compartiendo y devolviendo es una sensación mucho mejor en todo sentido.
#6 Si tienes más que suficiente, regala un poco. Si tienes más que suficiente de cualquier cosa, posesiones, dinero, amor, apoyo, regala algo. No hay razón para aferrarse a cosas que no necesitas si benefician a alguien más que tú. Ser amable implica entender cómo te relacionas con el mundo, y cómo estar en él, es beneficioso.
#7 Piensa antes de hablar o hacer. Antes de decir algo, ponle un filtro. A menudo, hablamos sin pensar y decimos cosas que ofenden a la gente aunque no lo sepamos.
Antes de decir algo a alguien o sobre alguien, piensa en cómo será escuchado e interpretado. Eso no significa que andes por ahí con cáscaras de huevo diciendo sólo cosas positivas. Pero detente a considerar con quién hablas antes de decir cosas con mucha opinión.
#8 Escucha. Algunos de los mejores consejos para ser amable con la gente… ¡Escucha! Escuchar no es sólo oír las palabras que salen de la boca de alguien. Las toma en consideración y realmente piensa en ellas.
Escuchar es una habilidad que no todo el mundo tiene. Todos podemos escuchar a alguien hablar y elegir entre dejarlo entrar por un oído y salir por el otro. O le permitimos que procese y dé su opinión e información cuando sea necesario. De la misma manera, escuchamos sin juzgar o atribuir intención, sólo ser un hombro en el que desahogarse.
#9 Sé leal. La mejor manera de ser amable es ser leal. La lealtad implica honrar los sentimientos de alguien y cubrirle la espalda cuando se supone que debes hacerlo. La lealtad significa que alguien nunca se pregunta de qué lado estás o qué vas a hacer. Siempre saben que estarás ahí para apoyarlos en los momentos difíciles.
Ser amable no siempre es algo fácil de hacer. Ser amable no significa que pongas a otros delante de ti todo el tiempo. No se trata de ser el hombre del «sí» de alguien, o incluso que debes estar del lado de alguien. Se trata de darle a alguien el beneficio de la duda, dar cuando tienes más que suficiente, pensar para no ofender, y ser considerado con las personas que te rodean.
Entender cómo ser amable con la gente es una forma de comportarse en esta vida para sentirse bien con uno mismo. Pero recuerda que puedes ser la persona más amable del mundo, y eso no significa que necesariamente le vayas a gustar a la gente.
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