Los 8 problemas maritales más comunes y las formas de resolverlos

No existe una relación perfecta, y mucho menos un matrimonio perfecto. Aquí, identificamos los problemas maritales más comunes y cómo afrontarlos.

Nadie puede presumir de tener un matrimonio perfecto. Aunque las relaciones son un trabajo duro, el compromiso que implica el matrimonio amplifica los problemas diez veces, y puede hacer que incluso la más feliz de las parejas se enrojezca de furia.

Problemas matrimoniales comunes y cómo resolverlos

Afortunadamente, hay formas simples y efectivas de afrontar los problemas maritales comunes. La mayoría de ellas requieren algún esfuerzo, pero la recompensa vale la pena.

#1 Mala comunicación. Uno de los problemas más comunes de las parejas casadas, ya sean recién casados o que hayan estado juntos durante varios años, es la mala comunicación. Los hombres y mujeres que se encuentran en un amargo divorcio con el hombre o la mujer que alguna vez pensaron que era la imagen de la perfección pueden atestiguar: la mala comunicación erosionará incluso las relaciones amorosas más estables.

Cómo resolver esto:

a. Hagan un esfuerzo para dedicar aunque sea unos pocos minutos de su tiempo cada día para hablar con los demás. Eviten todas las distracciones y centren toda su atención en el otro.

b. Acordar reglas, como «No interrumpir cuando alguien está hablando», y evitar culpar, generalizaciones y conclusiones precipitadas, como «Tú siempre…» o «Tú nunca…»

c. Piensa antes de hablar. No dejes que tus emociones se interpongan en el camino de una conversación madura y constructiva con tu cónyuge.

d. Si no puedes decir nada bueno que ayude a la situación, sino que empeoras las cosas, trata de darte tiempo para calmarte o, mejor aún, trata de contener tu lengua. Muchas peleas se empeoran al hablar sin tratar de aportar una voz útil a la conversación.

#2 Sexo e intimidad. Aunque el sexo y la intimidad también están entre los problemas matrimoniales más comunes, a menudo son una manifestación de otras áreas problemáticas en el matrimonio. A menudo, la falta de sexo e intimidad puede convertirse en una forma de castigar a la pareja después de una pelea.Sin embargo, hay otras razones para una vida sexual insatisfactoria, como la disfunción eréctil o la pérdida de la libido debido a los cambios hormonales.

Cómo resolver esto:

a. Hable con un experto médico, o incluso con un terapeuta sexual sobre los problemas de erección o de libido.

b. Examina tu relación en su conjunto y cómo esto afecta a la forma en que ambos se comportan en la cama.

c. Separa un tiempo para tener sexo, aunque signifique despejar tu calendario y llevar a tus hijos a casa de tus padres.

d. Condimenta tu vida sexual experimentando y probando cosas nuevas.

#3 División del trabajo. Las exigencias del trabajo, las tareas domésticas, la crianza de los niños y todo lo demás entremedio puede afectar a usted y a su cónyuge. Como si no estuvieras suficientemente estresado con el trabajo, eres recibido en casa con tareas y asuntos familiares. Sin embargo, esto viene con el paquete que usted firmó cuando se casó, ya sea que usted sea el proveedor, el cuidador o una mezcla de ambos.

Cómo resolver esto:

a. Hable con su cónyuge sobre sus expectativas en cuanto a sus responsabilidades en casa, en el trabajo y con sus hijos.

b. Establecer horarios y reglas que funcionen para toda la familia, no sólo para un miembro.

c. Estar dispuestos a hacer compromisos entre sí para crear una situación en la que todos ganen. Aunque parezca imposible, es alcanzable.

#4 El dinero importa. Desde las facturas de la boda incluso antes de las campanas de la boda, los problemas de dinero pueden dejar una marca en su matrimonio. Luego está el costo de conseguir una casa, hacer renovaciones, gastos diarios, tener un bebé, poner a los niños en la escuela, y muchos más. Los problemas de dinero pueden afectar a una pareja y también pueden llevar a muchas peleas.

Cómo resolver esto:

a. Siéntense juntos y evalúen su situación financiera. Si se están quedando sin dinero, entonces acuerden hacer recortes de presupuesto y estén dispuestos a comprometerse y cambiar su estilo de vida a algo más rentable.

b. Nunca hables de problemas de dinero cuando uno de ustedes esté estresado, ya que esto sólo avivará la ira y el resentimiento.

c. Sean transparentes sobre la situación financiera de cada uno.

d. Acuerde tener ahorros y organizar sus cuentas y gastos para que puedan llevar un registro de ellos juntos.

e. Decidir quién es responsable de qué cuando se trata de asuntos financieros.

f. Tener objetivos financieros a corto y largo plazo.

#5 Sentimientos dados por sentados. Puede haber momentos en los que, con todas las exigencias de su vida matrimonial y las responsabilidades de ganarse la vida y mantener a su familia, se olviden de las necesidades del otro. Habrá momentos en los que su vida amorosa no será tan brillante como cuando era nueva. Ahora, hay muchas peleas, luchas y diferencias que marcan su relación y la cambian, hasta el punto de que usted o su cónyuge pueden pensar que la «magia» se ha ido.

Cómo resolver esto:

a. Hable con su pareja sobre sus sentimientos y despeje el humo antes de acordar hacer que su relación vuelva a chisporrotear.

b. Revisa las cosas que solías hacer cuando empezasteis a salir.

c. Reavivar su amor felicitándose mutuamente más a menudo, apreciando incluso las cosas más pequeñas que hacen, y comprobando de vez en cuando el uno al otro.

d. Tener noches de citas. En medio de sus ocupadas agendas, reserve un tiempo para que sólo ustedes dos puedan tener una cita o unas vacaciones románticas.

#6 Peleas y conflictos. Los argumentos, diferencias y malentendidos son parte de la vida y de las relaciones. Sin embargo, si usted y su pareja se encuentran peleando por las mismas cosas una y otra vez, o abordando las peleas de manera insalubre, o incluso violenta, entonces es hora de romper el círculo vicioso.

Cómo resolver esto:

a. Aprender a discutir de una manera más civilizada y constructiva, en lugar de desgarrarse las gargantas unos a otros. Recuerden: la forma en que reaccionen es su responsabilidad.

b. Mira como discutes. ¿Tu reacción está orientada a la resolución o a la venganza? Si es por venganza, entonces es mejor reevaluarse a sí mismo y si vale la pena o no su actitud para perder su matrimonio.

c. Elija sus batallas. Hay asuntos que valen la pena defender, pero hay momentos en los que deberías dejar que las cosas se vayan.

d. Discúlpate cuando te equivoques, aunque te duela el orgullo.

#7 Resentimiento. Puede que haya emociones profundamente arraigadas en tu relación que aún no has superado. Esto puede causar que se acumule el resentimiento. Cuando el resentimiento entra en su relación, puede socavar el amor, la confianza y el respeto que se tienen el uno al otro, envenenando lentamente la relación.

Cómo resolver esto:

a. Evalúe sus sentimientos de resentimiento y averigüe de dónde provienen. Si se siente cómodo hablando con su pareja * y debería estarlo *, hable con ellos sobre ello.

b. Comprender y determinar los factores desencadenantes que le llevan a resentirse con su cónyuge.

c. En lugar de centrarse en lo que le pasa a su pareja, piense en lo que usted, usted mismo, puede aportar para mejorar su matrimonio.

d. Se necesitan dos para bailar el tango, y lo mismo se puede decir de sus problemas como pareja casada. En lugar de culpar, asume la responsabilidad de tus propias acciones.

#8 Fidelidad y engaño. El delincuente número uno cuando se trata de matrimonios rotos es la infidelidad y el engaño. En realidad, esto es el resultado de una ruptura total de la relación, en vez de al revés. La gente que generalmente está segura de sí misma y de su matrimonio no va por ahí, buscando fuera de la relación para llenar un vacío.

Cómo resolver esto:

a. Si te sientes insatisfecho en tu matrimonio, mira lo que estás haciendo para que funcione en tu fin, puede que no estés haciendo tu parte en la relación.

b. Ver los lados buenos de su relación en lugar de centrarse sólo en lo que está mal.

c. Recuerda el compromiso que has hecho con tu cónyuge.

d. Si usted es el engañado, recuerde que usted es el único responsable de sus actos, su cónyuge es responsable de su infidelidad. Sin embargo, algo puede haberse deteriorado a lo largo del camino, y cuando llegue el momento, todavía puedes hacer tu parte para arreglarlo.

e. Si eres el que engañó y quieres arreglar tu matrimonio, demuestra que estás arrepentido y trabaja EXTRA duro para construir la confianza de nuevo. Sin embargo, no esperes que las cosas vuelvan a ser como antes.

f. Hagan de esto una llamada de atención y un punto de inflexión para que su relación prospere y los haga aún más fuertes como individuos, y como marido y mujer.

El matrimonio es extremadamente difícil, incluso para las parejas más adorables. Junto con el matrimonio vienen problemas maritales comunes, como peleas por dinero o la lucha contra la infidelidad. Usando la guía anterior, no sólo puedes infundir tu matrimonio con una nueva vida, sino también descubrir algunos fallos en tu propio comportamiento y revitalizar tu vida.

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